Si equipar a un gato con una armadura de combate ya lo convierte en algo de por sí peligroso, imaginaos qué ocurriría si alguien tuviese la brillante idea de dotarlo de unas garras de Adamantium…
Si equipar a un gato con una armadura de combate ya lo convierte en algo de por sí peligroso, imaginaos qué ocurriría si alguien tuviese la brillante idea de dotarlo de unas garras de Adamantium…
No comments yet.
RSS feed for comments on this post. TrackBack URL