Con unas cuantas piezas de LEGO se pueden construir multitud de cosas. Desde elementos decorativos como figuras de Bilbo Bolsón o motores a reacción, a partes ortopédicas que ayudan y facilitan la vida a quienes por desgracia perdieron algún miembro de su cuerpo. Este es el caso de aquella chica que se había creado una pierna con bloques de LEGO o la tortuga de la que hablamos hoy.
Schildi es el nombre de esta pobre tortuga rescatada en Alemania. En el momento de ser encontrada, sus rescatadores se percataron de que le faltaba una de sus patas. Los veterinarios, tras sanearle y amputarle el resto de la extremidad, decidieron construirle y acoplarle con pegamento quirúrgico unas ruedas de LEGO en la parte de inferior de su caparazón. De esta forma, Schildi puede desplazarse y continuar siendo autosuficiente.