Lejos quedan los días en los que me subía a lomos de mi padre y mi imaginación volaba al lejano y salvaje Oeste. Ahora, casi sería más factible que yo me lleve a mi padre al caballito y no al revés.
Pasear por casa a los hijos y jugar con ellos a los caballos es todo un clásico. Esta actividad divierte y entretiene a los niños, a la vez que se unen más los lazos familiares.
Una silla de montar como la que veis en la imagen convertirá este juego en algo más pro para los niños y protegerá los riñones de los papás.
Enlace | The Daddle, silla de montar para jugar a los caballitos
Vía | OhGizmo!