Una pizza de pepperoni sobre otra, y sobre otra, y sobre otra, y sobre otra, y sobre otra más, nos da como resultado este aparentemente delicioso pastel de pizza, que como la pizza de patatas fritas del otro día, sólo es apta para gente con el corazón a prueba de bombas y con el colesterol y triglicéridos en niveles óptimos.
Me voy a comer algo, que se me está cayendo la baba…
Receta | Pastel de pizza