Este anillo de compromiso dispone de unos LEDs que se iluminan cuando Ben Kokes y su novia se dan la mano.
Según cuenta, todo empezó cuando conoció a su novia. Después de un tiempo de relación, decidió crear algo único con lo que expresar sus sentimientos hacia ella. El invento resultó ser un anillo de titanio con 23 LEDs a lo largo del perímetro.
Ben cogió un trozo de titanio y le dio forma. Una vez conseguido esto, el proyecto presentaba un reto. Poner una batería de condensadores en el interior de un anillo es casi imposible. ¿Cómo hacer para iluminar los LEDs?. Tras pensarlo un tiempo, ahuecó y enrolló una bobina de alambre de cobre en el interior del anillo. Otra gran bobina de alambre colocada en la muñeca de Ben actuaría como transformador magnético. Así, cuando ambos se dan la mano, surge la magia.